4 beneficios de nadar en invierno
En invierno, las temperaturas bajan, llega la estación fría y tendemos a abandonar el deporte, principalmente la natación. Sin embargo, es una actividad deportiva con muchos beneficios.
1- Trabaja tu resistencia practicando natación
La natación es un deporte excelente para trabajar tu capacidad cardiovascular, es decir que a medida que avanzan las sesiones, nuestro corazón es más eficiente en reposo, así como durante el esfuerzo. Suave y practicado a intensidad moderada, es particularmente beneficioso más allá de los 50 años, incluso en los más sedentarios para regular la presión arterial. Esto es especialmente cierto para las mujeres que se acercan a la menopausia.
Pero a los más jóvenes y atléticos también les resultará una buena manera de seguir trabajando en su cardio durante el invierno, cuando correr u otros deportes de resistencia al aire libre son menos accesibles o atractivos debido a las bajas temperaturas, la lluvia, el viento o la nieve. Es la seguridad de mantener su nivel durante todo el año mientras le da un pequeño descanso a sus articulaciones.
2- ¡Aumenta tu inmunidad!
En invierno, somos más propensos a enfermarnos. Sin embargo, al practicar un deporte de resistencia como la natación, estimulamos nuestros glóbulos blancos que luego son más operativos para defenderse contra virus y bacterias. Los estudios también han demostrado que practicar deportes reduce la frecuencia de los resfriados.
Solo una advertencia: seca bien tu cabello antes de salir, porque tener frío nos hace más vulnerables a virus e infecciones.
Finalmente, si nadar no es una contraindicación absoluta en caso de un resfriado leve sin fiebre, ¡piense en otros y absténgase al comienzo de la enfermedad para evitar el contagio!
3- Natación para combatir el dolor de espalda
Cuando sufres de dolor de espalda, eres reacio a moverte. Sin embargo, aparte de las grandes crisis incapacitantes, el deporte es una de las mejores maneras de evitar estos dolores. La natación, al poner el cuerpo en ingravidez y liberarlo de la tensión, es una excelente manera de recuperar el sabor de una actividad deportiva, pero también de fortalecer la espalda y los abdominales. Un buen revestimiento y músculos fuertes son, de hecho, sinónimo de espalda sana.
La espalda es la natación más adecuada en caso de dolor de espalda. Bien practicado, permite:
- Trabajo armonioso de la musculatura dorsal
- desarrollo del tórax con un aumento en el volumen respiratorio
- una corrección de los problemas de curvatura de la espalda
Al dominarlo, también se prefiere el rastreo. No dudes en tomar algunos cursos avanzados para realizar los movimientos.
Por otro lado, evite la braza y la mariposa que tienden a acentuar el arco lumbar, y esa sensación dolorosa de pellizco que uno siente en la parte baja de la espalda.
4- Nadar para luchar contra la tristeza invernal
El clima gris y la poca luz solar a menudo tienen consecuencias negativas en nuestra moral. La natación es una práctica de elección para luchar contra esta tristeza invernal que nos hace sentir cansados, deprimidos pero también a veces, más ansiosos. En la piscina, estamos como en una burbuja, desconectados de las preocupaciones externas. Además, el lado algo repetitivo de la disciplina permite un verdadero dejar ir.
Además, a partir de 30 minutos de esfuerzo, el cuerpo comienza a secretar endorfinas (hormonas del placer) que provocan una sensación general de bienestar.
Salimos de su sesión vigorizados y más positivos y con un “buen” cansancio que nos permite dormir mejor y estar más serenos.